Los agronegocios han priorizado la maximización de sus ganancias por encima de la salud de los consumidores. Han desarrollado un sistema de producción de alimentos que ha dejado de lado por completo la importancia de la nutrición, la salud y el sabor. Ha llegado a un punto en el que resulta difícil llamar "comida" a los productos que producen. Sería más honesto denominarlos simplemente "cosas para ingerir" y deberían llevar una etiqueta de advertencia.
Los alimentos orgánicos, en contraste, son aquellos que no contienen aditivos y se elaboran sin el uso de productos químicos como fertilizantes, pesticidas, hormonas o antibióticos, además de no tener modificaciones genéticas.
Desde una perspectiva de salud, los productos orgánicos ofrecen numerosos beneficios que se pueden clasificar en cinco categorías:
-
Mayor presencia de antioxidantes y nutrientes: Un estudio dirigido por el profesor Carlo Leifert de la Universidad de Newcastle encontró que los productos orgánicos contienen de un 19% a un 69% más de antioxidantes que las frutas y verduras convencionales. Los antioxidantes están asociados con la prevención del envejecimiento prematuro, la hipertensión, la artritis reumatoide, la diabetes, la arteriosclerosis, los problemas cardíacos y la prevención del cáncer.
-
Menor daño a la salud causado por pesticidas y herbicidas: Los pesticidas y herbicidas son venenos, y los alimentos cultivados con su uso son, en consecuencia, venenosos. Estos productos químicos se encuentran presentes en todos los rincones de los alimentos y sus raíces. La mayoría de los plaguicidas tienen como objetivo dañar el sistema nervioso, por lo que consumir alimentos producidos por la agroindustria implica ingerir neurotoxinas que envenenan gradualmente nuestro sistema nervioso.
-
Evitar el uso de hormonas y antibióticos perjudiciales: En la cría convencional de ganado y animales de granja se utilizan con frecuencia hormonas y antibióticos que resultan perjudiciales para la salud del consumidor. Los alimentos orgánicos certificados no emplean hormonas ni antibióticos. En cambio, los granjeros convencionales utilizan estos antibióticos como promotores del crecimiento de los animales, lo que a menudo conduce a su uso excesivo para obtener mejores resultados en el menor tiempo posible. Esta práctica ha llevado a un aumento de la resistencia a los antibióticos en los seres humanos. En Estados Unidos, el 80% de los antibióticos utilizados en la cría de animales son para promover su crecimiento, lo que resulta en al menos 2 millones de personas al año desarrollando resistencia a las infecciones, y de ellas, 23 mil mueren.
-
Evitar el consumo de organismos modificados genéticamente (OMG): Los alimentos modificados genéticamente, incluyendo los transgénicos, son una deformación de la comida real. La afirmación de que los OMG son iguales a otros métodos de mejora de alimentos carece de sentido. Las nuevas generaciones que han estado expuestas a productos OMG suelen presentar casos de alergias y otras enfermedades relacionadas con los alimentos que consumen. Esto está más relacionado con la modificación genética de los alimentos que con sus nutrientes naturales sin alterar.
-
Reducción de la probabilidad de contraer enfermedades a través de los alimentos: Los medios de comunicación informan constantemente sobre brotes masivos de enfermedades transmitidas por alimentos, como repollo, huevos, restaurantes de comida rápida, espinacas, melones y mantequilla de cacahuete, entre otros. Lo que los medios no mencionan es que prácticamente todos estos brotes son resultado directo de la agroindustria. Los animales en las operaciones de alimentación de animales confinados (CAFO, por sus siglas en inglés) están enfermos, independientemente de la cantidad de vacunas o medicamentos que se les administren, siempre terminan más enfermos. Las granjas industriales son la principal fuente de infecciones resistentes a los medicamentos. La bacteria E. coli, que ni siquiera se consideraba infecciosa hasta alrededor de 1983, es un probiótico necesario para la digestión y se encuentra en el intestino de todos. La E. coli que causa infecciones mortales es una mutación creada por las CAFO.
La demanda de alimentos orgánicos está en aumento debido a que son mucho más saludables y no contienen sustancias químicas ni alteraciones en su sabor. Se considera que representan el futuro de la alimentación, y por eso la gente está dispuesta a pagar un precio más elevado por este tipo de productos. En los últimos años, la preocupación por consumir alimentos orgánicos ha crecido en varios países del mundo, ya que la misma tecnología que se utiliza para producir alimentos convencionales ha facilitado la investigación sobre las sustancias tóxicas presentes en ellos y su relación con ciertas enfermedades.